• ¿Qué harías si no tu vieras miedo?
• Creía haber superado mis temores, aunque, en realidad, me siento asustada más a menudo de lo que me gustaría admitir, incluso para mis adentros. No estaba siempre segura de qué era lo que me atemorizaba, pero, débil como estaba, sabía que me asustaba simplemente seguir sola. Aunque no era consciente de ello, me estaba quedando atrás porque todavía arrastraba el lastre de mis creencias negativas.
• Espero percatarme pronto que aquello a lo que le temo no es nunca tan terrible como lo imagino. El temor que dejo crecer en mi mente es mucho peor que la situación real.
• Darte cuenta a tiempo de los cambios pequeños te ayuda a adaptarte a los grandes cambios que están por llegar.
• Me estoy desprendiendo totalmente del pasado y adaptando al presente.
• Comprender que, dominada por el miedo al cambio, me aferro a la ilusión de lo viejo que ya no está aquí.
• Tengo que admitir que el mayor inhibidor del cambio está dentro de uno mismo, y que nada mejora hasta que yo cambie.
• Hay que respetar cierta modalidad del miedo, aquella que puede mantenerte alejado del peligro real, pero hay que percatarse que los temores son irracionales y te impiden cambiar cuando es necesario.
• Aunque al principio no me había gustado, reconocí que el cambio me demostrará ser una bendición disfrazada, puesto que me forzará a encontrar algo mejor.
¿Quién se ha llevado mi queso? para jóvenes. Spencer Johnson
No hay comentarios.:
Publicar un comentario